jueves, 20 de julio de 2017

CAMBIO CLIMÁTICO INCIDE NEGATIVAMENTE EN LA SALUD

El cambio climático no afecta solamente al planeta tierra, sino que incide directamente en la salud de sus habitantes.

La quema de combustibles fósiles, entre otras actividades realizadas por el ser humano, emitió suficientes cantidades de dióxido de carbono y otros gases en los últimos 50 años, que fueron los causantes del efecto invernadero que atrapó el calor adicional en la atmósfera, afectando de esta manera el clima global.
Cada década, en un lapso de 130 años, el calor en la tierra aumentó en 0,85 grados centígrados, lo que se ha sentido con mayor intensidad en los últimos 30 años. A consecuencia de esto, los niveles al mar aumentaron, pues los glaciares se están derritiendo, y las lluvias cambiaron sus patrones habituales.
Estos cambios extremos en las temperaturas afectan la capacidad de adaptación del ser humano, pues los “los eventos climáticos extremos son cada vez más intensos y frecuentes”, alertó la Organización Mundial de la Salud (OMS), sobre los efectos del cambio climático en la salud humana.
Algunas de las enfermedades causadas por el cambio climáticos son afecciones respiratorias graves, especialmente en personas mayores, y trastornos cardiovasculares como la hipertensión.
Las olas de calor son más frecuentes que antes, siendo los niños y los adultos las poblaciones más vulnerables. La presencia de polen y contaminantes del aire es mayor durante las épocas más cálidas, desencadenando episodios de asma en millones de personas alrededor del mundo.
Según la OMS, los desastres naturales asociados a los cambios en el clima se han incrementado considerablemente desde la década del 60, hasta alcanzar el triple de eventos en los últimos 50 años.
Además de las enfermedades causadas por las inundaciones, prolongadas sequías y calores intensos, los fenómenos meteorológicos arrasaron con instalaciones médicas y sanitarias, así como con servicios como cloacas y agua potable, sobre todo en zonas ya particularmente carentes de desarrollo.
“Más de la mitad de la población mundial vive a menos de 60 kilómetros del mar. Las personas pueden verse obligadas a moverse, lo que a su vez aumenta el riesgo de una serie de efectos en la salud, desde los trastornos mentales hasta las enfermedades transmisibles”, destacó el organismo internacional.
Fuente: Segundo enfoque